Retiramos una capa delgada del pavimento para eliminar las deformaciones longitudinales y transversales existentes, baches, roderas, surcos y otras imperfecciones de la superficie, reproduciendo la pendiente y rasante especificadas. Permite la colocación de la nueva capa sobre el material no deteriorado, consiguiendo así una mayor vida de servicio.

Se demanda especialmente en proyectos de rehabilitación superficial de carreteras, para mantener la rasante y pendientes primitivas tras el extendido de una nueva rodadura.

Retiramos las capas afectadas por agotamiento estructural, en todo el espesor del paquete de firmes en que se presentan condiciones que dan lugar a las deformaciones y hundimientos.

Se demanda en proyectos de rehabilitación estructural de firmes, para mantener la rasante en toda la anchura de la sección cuando aparece agotamiento localizado en uno de los carriles; o bien para optimizar el espesor de mezcla en cada carril en rehabilitaciones de ancho completo, evitando extender el espesor de recrecimiento del carril con mayor deterioro a todo el ancho.

Tras la auscultación estructural se compara por tramos el valor de la deflexión característica con los umbrales permitidos para cada tipo de firme y categoría de tráfico pesado, comprobando si el agotamiento estructural afecta o no a la explanada y determinando el espesor de firme que es necesario fresar.

En este tipo de obras destaca la considerable ventaja que supone la técnica de fresado selectivo frente a otras soluciones de rehabilitación como el recrecido, ya que una vez eliminadas las capas agrietadas, el espesor de mezcla bituminosa que no presente fisuración puede considerarse a efectos de dimensionamiento como espesor de mezcla bituminosa nueva.

Fresamos las distintas capas asfálticas existentes en el borde de la calzada, alcanzando el ancho completo del arcén, normalmente desde la línea de borde de carril.

El trabajo se realiza fresando por capas a escalón, para permitir el solape de las nuevas capas con las primitivas subyacentes y eliminar así planos verticales que puedan moverse. En primer lugar se fresa la capa de rodadura en una profundidad igual al espesor de la misma más 1 cm. Después se fresa la capa intermedia en una profundidad igual al espesor de esta más 1 cm, retranqueando el corte unos 30 cm del anterior. Y se procede igualmente, manteniendo el retranqueo, cuando el fresado se extiende también a la capa base.

Retiramos varias capas del firme en el ancho total de la calzada, incluso capas granulares, creando una superficie completamente nueva a cota inferior a la primitiva.

Se demanda en calles en las que se ha recrecido de forma continuada sin retirar las capas anteriores, cuando se desea recuperar la altura de bordillo y rasante original de la calzada.

Modificamos la inclinación transversal de la calzada, con bombeo o peralte, incluso hasta invertirla, o bien corregimos la rasante longitudinal.

Comúnmente demandado en calzadas con problemas de drenaje localizados o generalizados, y en reurbanización de calles cuando se modifica la localización de la vertiente.

Fresamos los bordes de la calzada, inclinando el tambor para profundizar más junto al bordillo y así permitir el anclaje de la nueva capa de rodadura salvando la altura de bordillo primitiva.

Es preciso cuidar la correcta ejecución de esta técnica, de forma que el fresado se lleve a cabo sin dejar escalón, disminuyendo el corte a cero en el lado opuesto a la cuña y alcanzando un ancho suficiente que garantice el extendido de la nueva capa con un espesor uniforme en toda la sección transversal. En ocasiones puede ser necesario el fresado total de la pista.

Fresamos una franja longitudinal de la superficie formando el cajeado necesario para el extendido de un nuevo pavimento.

Se demanda habitualmente en la reparación de roderas, en la reposición del pavimento sobre zanjas de servicios que han sido hormigonadas hasta superficie o terminadas en zahorra, e incluso en la construcción de medianas.

Realizamos un fresado fino antes de extender pavimentos de capa delgada, o en otras aplicaciones que precisen modificar la rugosidad de superficies.

Se crea una superficie texturizada que forma una unión monolítica con la nueva capa, eliminando los planos con grandes fuerzas de compresión que hacen que las capas del pavimento se muevan y se separen.

A efectos estructurales, en una unión monolítica puede considerarse como espesor de mezcla bituminosa nueva el espesor de la mezcla bituminosa primitiva en buen estado, una vez fresadas las capas afectadas por cuarteo o fisuración, con un coeficiente de equivalencia del 75% sobre su espesor final.

Tambien realizamos trabajos auxiliares con fresadoras pequeñas para llevar a cabo las terminaciones que no es posible realizar con las fresadoras grandes:

• Remates: fresado de franja de pavimento perimetral a los registros de servicios e imbornales que deban mantener su cota tras el extendido de la nueva capa.

• Juntas de Construcción: corte vertical ejecutado de forma transversal a la calzada con fresadora pequeña, en el arranque y entrega de cada tajo, para garantizar el encaje de la nueva capa.

Realizamos trabajos de eliminación de soleras en naves industriales, formación de nuevas pendientes hacia rejillas o desagües, reparación de superficies dañadas o irregulares, etc. En general, rebaje y preparación de superficies de hormigón creando al mismo tiempo una superficie rugosa, nivelada y compacta, adecuada para dar una buena adherencia al nuevo pavimento.

En algunos municipios es muy demandado el escarificado del paquete de firmes completo, capas bituminosas y granulares, en aquellas superficies donde se ha agotado la capacidad estructural de las capas bituminosas o donde se precisa actuar sobre las capas granulares con otras técnicas de reciclaje como estabilización con cemento.

Estos trabajos se realizan ajustando la velocidad de avance del equipo al espesor del corte para conseguir que el tamaño de los agregados resultantes de las capas bituminosas sea aceptable en las proporciones de las capas granulares reestructuradas.

Asimismo prestamos servicio de barrido a nuestros clientes mediante barredoras autocargables dotadas de cepillos de alambre, con un rendimiento muy superior a las convencionales y un resultado excepcional.

Están equipadas con un cajón colector integrado que facilita la recogida y descarga del material, cubierta guardapolvos, cepillo bidireccional que permite el barrido durante el desplazamiento de la maquina tanto en avance como en retroceso, e incorporan los depósitos de agua, bomba y sistema de boquillas rociadoras para reducir la emisión de polvo.

Hemos realizado un gran esfuerzo perfeccionando nuestras barredoras y diseñando cepillos de alambre que proporcionan resultados óptimos con mayor rapidez que las convencionales, aspecto imprescindible para asegurar la rentabilidad y el éxito de las obras de nuestros clientes.